Los labios menores (labia minora) se sitúan internamente dentro de la vulva, protegidos por los labios mayores de los cuales no sobresalen. Tienen un color rojizo y aspecto húmedo. Esta descripción confiere a la vagina un aspecto externo de hendidura o "rajita". Pero muchas mujeres, ya sean jóvenes o de mediana edad, tienen un crecimiento anómalo de los labios menores, por lo que éstos acaban sobresaliendo de los mayores, causando así problemas funcionales, de higiene y estéticos.
Las causas que pueden provocar esta alteración son diversas, pero podríamos destacar:
Aunque cabe decir que la causa más frecuente es desconocida, pues la mayoría de las pacientes no cumplen ninguna de las descritas anteriormente.
Cuando los labios menores sobresalen fuera de los mayores, se ven sometidos a traumatismos por culpa del roce con la ropa, al realizar distintos esfuerzos, al practicar deporte, etc. Es por ello que los labios menores hipertrofiados van adquiriendo una apariencia agrietada y negruzca, confiriéndoles un aspecto envejecido y/o deforme que suele acomplejar a la mujer que lo sufre. Además, es muy habitual que esta hipertrofia sea molesta tanto durante las relaciones sexuales como en la higiene personal e íntima de las pacientes.
La cirugía como solución
La cirugía que reduce los labios menores, llamada labioplastia reductora, se realiza con anestesia local, y de forma ambulatoria, aunque en la mayoría de pacientes realizamos una leve sedación para que la paciente esté confortable, sin sufrir molestias ni inquietud durante la intervención. Es una cirugía corta, finalizada la cual la paciente podrá volver a su domicilio.
La paciente se puede reincorporar al trabajo rápidamente, aunque siempre es aconsejable hacer reposo las siguientes 24 horas. Pasados 15 días de la cirugía los puntos caerán solos y aproximadamente al mes la paciente puede ya mantener relaciones sexuales de forma habitual, pero será en aproximadamente 6 semanas cuando la zona esté completamente desinflamada y con el aspecto definitivo.